Por Gerardo Reyes, Juan Cooper y José Luis Muñoz
“Millones de ellos han estado contribuyendo a los impuestos estatales y locales regularmente.”
Frente a los televisores que transmitían el discurso de Barack Obama de la acción ejecutiva, no sólo los inmigrantes indocumentados hacían cuentas. El tema migratorio mueve tal cantidad de dinero –miles de millones de dólares- que seguramente las calculadoras de muchos empresarios estaban ocupadas a esa hora sumando -o restando-.
Considérese por ejemplo el negocio de los centros de detención de indocumentados manejado por empresas privadas. Entre ellas Corrections Corporation of América (CCA) y el GEO Group. Estas compañías han reportado en los últimos años un promedio de $3,000 millones de ganancias que, en gran parte, se derivan de la detención de indocumentados.
Sus directivos no son muy inclinados a aceptar públicamente que el negocio depende de una cruel ecuación, entre más detenidos, más dividendos. Un análisis preliminar de la acción ejecutiva permite deducir que tienen razones para celebrar. Si bien el alivio migratorio ofrecido por Obama saca de la contabilidad de estas empresas a un potencial grupo de "clientes” -unos 4.5 millones de indocumentados con derecho a solucionar temporalmente su situación- también es cierto que quedan 6 millones de deportables.
No es algo inminente. Obama ha cursado una orden a las oficinas del gobierno federal instruyendo a los funcionarios que se debe dar prioridad a los arrestos de criminales indocumentados, lo cual daría cierto alivio al grupo no beneficiado con las medidas del jueves, pero las implacables presiones de los republicanos que ya han aflorado después del anuncio, y las acciones tipo Arpaio (alguacil de Maricopa) de autoridades locales, podrían causar un aumento de las deportaciones de indocumentados sin antecedentes penales.
Esto sin contar aquellos que sean arrestados entrando ilegalmente por la frontera, engañados por la falsa noticia de una amnistía migratoria general. El reforzamiento de la seguridad fronteriza, un compromiso de Obama y una obsesión de los republicanos, también es música para los oídos de CCA y GEO Group.
"Un aumento en el presupuesto de seguridad fronteriza significa que habrá más detenciones de inmigrantes y más recursos para construir centros de detención, que están en manos de unas pocas compañías privadas", sostuvo Judy Green, directora de Justice Strategies.
La medida de Obama se produce en medio de la construcción del centro de detención más grande del país en Dilley, Texas, con 2,400 camas, adjudicado a CCA por el gobierno federal.
Agricultura
Por otro lado, la industria de frutas y vegetales factura anualmente $28 mil millones y su productividad depende en gran medida de los trabajadores indocumentados, la mayoría de ellos de origen mexicano. Según cálculos de Western Growers Association, quien agremia a cultivadores de California y Arizona, el 70% de su fuerza laboral no tiene un status migratorio legal.
"Si no fuera por ellos Estados Unidos no comería", asegura Wendy Fink-Weber, directora de comunicaciones de la asociación.
Ella celebra la medida de Obama porque los operativos del gobierno para detener indocumentados los han dejado sin mano de obra en diversas ocasiones, reduciendo la productividad y los ingresos de las compañías.
"Nosotros queremos darles trabajo y apoyamos una reforma migratoria porque ellos se lo merecen, trabajan muy duro por este país", asegura Fink-Weber, quien además reconoce que los norteamericanos blancos no están dispuestos realizar ciertos trabajos del campo que hacen los hispanos.
Por otro lado, Giev Kashkooli, directivo de United Farm Workers, calcula que 250 mil trabajadores del campo, la mitad de ellos mexicanos, se beneficiarán con la acción ejecutiva de Obama, y esto le dará una mayor dinámica a la industria porque podrán salir sin temor a buscar mejores oportunidades dependiendo de la época del año.
"Un trabajador del Valle Central de California que se quedó sin trabajo por la fuerte sequía, podrá irse tranquilamente a estados vecinos a trabajar en otros cultivos, ganando más dinero en el año, y eso es bueno para la economía", dice Kashkooli.
En la frontera
Aunque aún se desconozcan las cifras que le inyectará el gobierno federal a la seguridad fronteriza, compañías como Elbit Systems -que al principio de este año ganó un contrato por $145 millones para instalar un sofisticado sistema de vigilancia en Arizona- también deben estar alineando sus propuestas para participar en jugosas licitaciones.
Para gigantes como Boeing, Lockheed Martin y Raytheon, el anuncio de Obama representa nuevas oportunidades de negocio con el gobierno, para proveerle alta tecnología que ayude a evitar el ingreso de indocumentados al país a lo largo de la frontera.
Solamente la Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) gasta $4 mil millones al año y cuenta con 16,875 vehículos, 269 aviones, 300 embarcaciones y 300 torres con cámaras. Seguramente en los próximos meses aumente esta artillería fronteriza con una adición del presupuesto federal.
Al otro lado de la frontera los coyotes también podrían estar haciendo cuentas para sacar su tajada ilegal a la acción ejecutiva haciéndoles creer a los inmigrantes que la medida del presidente puede beneficiarlos.
"Tal vez lo aprovechen algunos traficantes de personas con el objeto de manipular y engañar a centroamericanos con el objeto de llevarlos para allá", asegura Mauricio Farah, Secretario General de la Cámara de Diputados de México.
Organizaciones civiles
Quizás la inversión más visible en la pugna partidista por la reforma migratoria se ha dado en las contribuciones políticas. Detrás de las masivas manifestaciones en las calles a favor y en contra de una reforma migratoria, de la propaganda en medios de comunicación y de las controversiales campañas en internet, hay donantes que protegen sus intereses con grandes sumas de dinero.
Entre los más dadivosos están los hermanos Charles y David Koch, multimillonarios de Kansas que promueven una agenda conservadora. Los hermanos han estado coqueteándoles a los hispanos a través de organizaciones como Libre Initiative, a la que donaron $3.8 millones.
Como lo explica uno de sus directivos, Jose Mallea, Libre Initiative rechaza la acción ejecutiva de Obama: "Nosotros criticamos un paso que se dé unilateralmente y que no de permanencia. Esto solamente está en lugar mientras el presidente sea presidente. Cuando venga otro lo podrá eliminar".
Ed Morales, profesor de la Universidad de Columbia, quien ha escrito sobre la estrategia de Libre Initiave sostiene que los hermanos Koch "están tratando de explotar lo que dijo Reagan hace como 30 años, que todos los latinos tienen en su corazón tendencias republicanas y conservadoras porque tenemos valores de amar a la familia y trabajar duro".
En el campo liberal los aportes a la reforma migratoria al estilo de Obama también han sido abultados. De acuerdo con una investigación de The New York Times, las grandes fundaciones liberales han invertido más de $300 millones en los últimos diez años, entre ellas menciona a la Fundación Ford, Open Society del magnate George Soros y Atlantic Philanthropies.
La investigación asegura que desde el 2003 la fundación Carnegie Corporation de Nueva York -que apoya una reforma migratoria- ha donado $100 millones para hacer lobby en el Congreso, y a iniciativas sociales para ayudar a inmigrantes a obtener la ciudadanía americana.
Impuestos
Finalmente, uno de los argumentos del ala más conservadora del Partido Republicano para bloquear una reforma migratoria es que el estado no debe asumir la carga económica de los indocumentados. Sin embargo, millones de ellos han estado contribuyendo a los impuestos estatales y locales regularmente.
Según una investigación del Institute on Taxation and Economic Policy, los trabajadores indocumentados aportan al año cerca de $11 mil millones en impuestos a las ciudades y estados donde viven, y tras la acción ejecutiva este monto puede aumentar en un 20%.
Por otro lado, teniendo en cuenta que el salario anual promedio de los trabajadores indocumentados es de $22,090 -según un informe económico reciente de la Casa Blanca- con la reforma de Obama el gobierno comenzará a recaudar no menos de $22 mil millones al año en impuestos federales, según cálculos de un estudio liderado por James Parrott, investigador del Fiscal Policy Institute.
El estudio de la Casa Blanca -publicado el pasado 21 de noviembre- proyecta que la acción ejecutiva aporte un 0.4 por ciento al crecimiento de la economía en los próximos 10 años, inyectando al país liquidez por $90 mil millones.
Por lo pronto, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) tendrá más trabajo por hacer, como lo asegura el abogado John de Leon, miembro de Americans for Immigrants Justice.
"Obviamente gana el IRS; al fin van a poder regularizarse millones de personas que están trabajando, y van a tener las avenidas para poder pagar impuestos legalmente, y verdaderamente creo que es una cuestión positiva para el país".
FUENTE ©Univision.com
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