viernes, 23 de mayo de 2014

¡Ingenioso! jóvenes argentinos fabricaron una prótesis con una impresora 3D



Jóvenes argentinos fabricaron una mano con una impresora 3D que cumple con las facultades prensiles con las que soñaba Felipe, un niño de 11 años que nació sin su mano izquierda, y desarrollaron así una técnica capaz de reemplazar una prótesis de 40.000 dólares por este modelo de 250 dólares.

“Me había enterado del caso de un estadounidense
 que le había impreso una mano a su hijo y empecé a buscar en internet. Ahí entré en contacto con 3D LAB y los dos socios”, Pérez Weiss y Gino Tubaro, un inventor de 18 años, contó la mujer.La responsable de esta historia con final feliz es Ivana Giménez, la mamá de Felipe y quien, con el afán de resolver el deseo de su hijo, se puso en contacto con Rodrigo Pérez Weiss, un emprendedor de 33 años que vive en Buenos Aires y es dueño de la empresa 3D LAB Fab&Café.
La familia de Felipe Miranda vive en Tres Algarrobos, a unos 500 km de la capital argentina, un pueblo de apenas 3.500 habitantes de la provincia de Buenos Aires.
Giménez dice que su hijo, que nació sin su mano izquierda, está feliz y ella agradecida por una prótesis que logró sustituir otras ortopédicas que cuestan 40.000 dólares, y que están totalmente fuera de su alcance.
Los dueños de la empresa 3D le obsequiaron a Felipe lo que terminaría siendo también para ellos una prueba de un alcance infinito.
La prótesis de Felipe hecha por los jóvenes argentinos “además de ser más liviana y de poder calibrar la fuerza, la fabricamos a un costo de 2.000 pesos” (250 dólares), precisó Pérez Weiss.
“Iniciamos un proceso de investigación y bajamos modelos de internet y trabajamos en las adaptaciones, teniendo en cuenta las fotos que nos había enviado la mamá del brazo de Felipe, las medidas del muñón y una impresión gráfica de su mano derecha”, recordó Pérez Weiss en su negocio de Palermo, un barrio de Buenos Aires.
Finalmente, la mano fue enviada a por correspondencia y Felipe mostró a los creadores de su prótesis su emoción en un conmovedor video que se puede ver en la página de Darwin Research de Facebook, de Pérez Weiss.
Allí, con una sonrisa de oreja a oreja, el niño demuestra cómo puede rascarse la cabeza, acariciar el rostro de su mamá, agarrar el mate (recipiente para tomar la infusión típica rioplatense) y hasta pescar.

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